martes, 21 de febrero de 2012

Valora y Utiliza tu Creatividad

Me he encontrado recientemente a mí misma explorando el tema de la Creatividad y la Imaginación. Es algo que, nos demos cuenta o no, todos tenemos. Encontré interesante que muchos de nosotros, cuando se nos pregunta, decimos que no somos creativos. Tenemos la percepción errada de que para ser creativos tenemos que ser algún tipo de artista. Ser creativo se relaciona frecuentemente con actividades como pintura, dibujo, escritura y arte, pero no mucho más.


Parece que olvidamos que hay muchas otras maneras de ser creativo, incluyendo cocinar, decorar nuestras viviendas y oficinas, encontrar nuevas maneras de resolver problemas o de hacer de modo distinto la misma vieja cosa. La imaginación va de la mano con la creatividad y es un recurso real, pero está frecuentemente subvalorado.


Sin imaginación, la computadora que estoy utilizando para crear este artículo no hubiera existido. ¡Bill Gates no hubiera creado Microsoft y Edison no nos hubiera dado la luz eléctrica!

Desafortunadamente, cuando somos niños nuestra creatividad es frecuentemente sofocada por nuestras experiencias en la escuela ya que se espera que cuadremos en el sistema educativo en lugar de que el sistema educativo cuadre o no con nosotros. Se nos dice que tenemos “mucha imaginación”, lo que nos hace sentir que ser imaginativos y creativos es una cosa mala. Nuestras ideas son tiradas por el retrete cuando no cuadran en la manera tradicional de pensamiento. Entonces, aprendemos a no darle voz a nuestras ideas o tratamos de hacer las cosas de manera diferente por temor a ser humillados.  

Aquellos de nosotros que negamos nuestra creatividad nos restringimos a nosotros mismos innecesariamente. Nuestras vidas no están completas. Creo que el sofocamiento de nuestra creatividad impacta en nuestra salud mental y emocional y puede tener ramificaciones físicas en la parte más creativa de nuestro cuerpo, nuestros órganos reproductores. Como dice la Dra. Carolina Myss en su libro “Anatomía del Espíritu”: “Bloquear esta energía puede causar impotencia, infertilidad, infecciones vaginales, endometriosis y depresión.” ¡Ahora sí que tenemos algo en lo que pensar!

No tenemos que ser Bill Gates o Thomas Edison para ser creativos. Podemos ser simplemente nosotros mismos. Todos tenemos la habilidad de usar nuestra imaginación y creatividad. Cuando tenemos ideas, incluso cuando puedan parecer un poco extravagantes, es bueno pensarlas en lugar de descartarlas de antemano. Mi sugerencia es: discute tus ideas con alguien en quien confíes para ver si pueden desarrollarse.

Permite que tu creatividad brille, no sólo en tu vida hogareña sino también en la laboral. Ser creativo puede hacer que un trabajo aburrido se convierta en uno más interesante. Mostrarle a tu jefe tu fuerte en creatividad puede incluso darte una promoción. O al menos, hacer que tu trabajo sea más satisfactorio.

Por lo tanto ignora las críticas, ponte creativo y disfruta el paseo.


Presentado por Hilary F Thompson

Traducción al Español: Clr. Cynthia Viscellino Huergo

viernes, 17 de febrero de 2012

Estrés, Ansiedad y Vida Cotidiana

El estrés es parte de la vida. Nuestros cuerpos están diseñados para producir estrés y responder a él. Es la forma en la que nuestra biología, al liberar sustancias químicas como la adrenalina y el cortisol, motiva nuestro comportamiento, especialmente cuando estamos en situaciones que no nos son familiares o son peligrosas.


Lo que estos químicos hacen inicialmente es que estemos más energizados y alertas. Y al hacer esto, reunimos información sobre nuestro entorno y tenemos una mejor idea de cómo responder al mismo.

Sin embargo, comparados con los humanos de decenas de miles de años atrás, estamos expuestos a estímulos noveles a una tasa alarmante. Esto crea más estrés y, gran parte de él es debido a nuestra tecnología.

Por supuesto, la tecnología también ha reducido mucho el estrés: ya no tenemos que preocuparnos por los depredadores, podemos sobrevivir a la mayoría de las condiciones meteorológicas confortablemente y tenemos muchas máquinas para hacer nuestra labor manual, etc.

Pero a cambio hemos encontrado maneras más tontas y menos amenazantes para acumular estrés. Ahora nos estresamos por mensajes de texto, exámenes que se aproximan, entrevistas de trabajo, grupos deportivos, videojuegos, ir de compras, o “¿qué comeré en la cena?”.  Cosas sin mayor importancia comparadas con la supervivencia, la habilidad de estar vivos, de respirar y de sentirnos seguros.

Tenemos más distracciones que nunca antes, tenemos más posesiones que nunca antes, y tenemos más circunstancias por las que preocuparnos que nunca antes.

Algunas personas pueden manejar bien esto y otros no. Y esto puede ser el por qué estamos viendo más gente con desórdenes de atención y aprendizaje. Hemos creado nuestro propio entorno caótico –desde nuestros entretenimientos hasta nuestros sistemas políticos y económicos- y algunas personas están teniendo problemas en adaptarse.

Pero, mientras nosotros nos hemos creado nuestro propio lío, pienso que también estamos creando nuestras propias soluciones. Soluciones que no provienen de fuerzas inconscientes de evolución, sino de nuestras propias mentes y buen juicio.

Una de estas soluciones es la meditación. La investigación sobre meditación, especialmente sobre la Reducción de Estrés Basada en Mindfulness o Consciencia Plena (MBSR, sus siglas en inglés) de Jon Rabat-Zinn, ha demostrado científicamente su efectividad en reducir el estrés y la ansiedad.

Kabat-Zinn dice “ser y hacer están interrelacionados”, y si no nos tomamos el tiempo para “ser y descansar”, entonces estamos haciendo sin propósito ni dirección. Somos como una orquesta de 26 músicos tratando de ejecutar Beethoven antes de incluso afinar nuestros instrumentos –sin importar cuánto esfuerzo apliquemos, nunca encontraremos la armonía.

Los primeros principios de meditación, de acuerdo a Kabat-Zinn son que el pasado y el futuro sólo existen como conceptos (muy útiles, por cierto) y que la vida se despliega en el momento presente.

Este reconocimiento permite mantener nuestra mente concentrada sólo en lo que está sucediendo ahora, las sensaciones de nuestra respiración y no inclinarse hacia el futuro o pasado pero, cuando lo hacemos, tomar nota de ello y volver a la respiración.

Finalmente, notamos cómo la mente rebelde puede ser – cómo pierde el foco, se interesa en nuevas cosas, busca nuevos deseos, y siempre quiere ser entretenida. No te alarmes – no signfica que eres un mal meditador.

Reconocer tu habilidad para distraerte es conocer tu mente en un nivel más profundo. Nuestras mentes hacen esto todo el tiempo, están constantemente  cambiando el foco de luz hacia nuevas configuraciones y formas. Mantente consciente de su movimiento irregular.

Un momento puedes estar notando el piar de los pájaros, luego regresa a la respiración; luego, notas un dolor en la base de tu espalda, luego regresa a tu respiración; ahora percibes un olor de alguien cocinando en la cocina, luego regresas a tu respiración. Mantente consciente de la consciencia cambiante.  Nota cómo incluso mientras no estás haciendo nada, tu mente está siendo traccionada en diferentes direcciones.

En el medio de este caos de consciencia, mantente en calma y sin hacer elecciones. Trata de no juzgar ninguna de tus sensaciones, sean placenteras o dolorosas; conserva la ecuanimidad, el balance, el centramiento. Simplemente fluye con cada nueva sensación cuando surge y desaparece, sin ataduras o desaprobación. Simplemente deja que las cosas sean como son.

Jon Kabat-Zinn recomienda que practiquemos este tipo formal de meditación al menos unos pocos minutos al día y que también tratemos de mantener la consciencia y la claridad a través de las actividades diarias. “La meditación real”, dice, “es tu vida.”

Él menciona que incluso una meditación breve de 2-5 minutos antes de una reunión de negocios importante, o una entrevista, o una cita, puede ayudarte a ponerte a punto antes de llevar a cabo la actividad. Esto puede ayudarte a actuar más eficientemente al permanecer en el momento, con gran foco y menos estrés.

Cuando por primera vez inicies la práctica, no te preocupes mucho sobre cuánto tiempo estés meditando. Simplemente medita cuando puedas, y cuando pienses que más lo necesitas. Un poco cada día (o día por medio) es suficiente para crear el fundamento de la práctica. Trata de aplicar la consciencia plena (mindfulness) en cada momento.

Steven Handel

Traducción al Español: Clr.  Cynthia Viscellino Huergo

martes, 24 de mayo de 2011

La relación. ¿Hay algo más importante?



A cada paso, en la propia revisión de mi estar frente al otro, me encuentro con preguntas que decido no rotular. Eso para mí ya es un gran paso porque no rotular ni etiquetar abre el espectro de integración de mi experiencia. Desaprendí esta costumbre de que todo y todos lleven una etiqueta.

Registro cuán atenta deseo estar a aquellas sensaciones que, por muy propias o muy ajenas a mi experiencia, pueden modificar perceptiblemente mi distancia óptima. A veces escucho relatos que reconozco como familiares y entonces corro el riesgo de "identificarme" con esa persona frente a mí, olvidándome de cómo es esa experiencia para él/ella. Identificarme sin ser consciente me acerca peligrosamente a perderme en la historia que escucho o a estar incorporando su experiencia a mi propia historia, sin poder reconocer o intentar acercarme a su estar en el mundo con esa circunstancia tan propia, única y personal.

En la otra vereda, escuchar un relato que encuentro ajeno a mi historia y experiencia hace que sienta que no puedo entender algo que ni siquiera se ajusta a mi historia, a mi experiencia o incluso, a mi creencia.

Entonces, la congruencia viene en mi ayuda.

Percibir qué me provoca eso que el otro trae a consulta, qué activa -o no- en mí, qué mueve -o no- en mí me recuerda que esa persona no soy yo; que yo no soy esa persona. Me contacta con mis ganas de intentar acercarme a cómo es ser él/ella, a ponerme en sus zapatos e ingresar a su propio marco de referencia, con contextos y contenidos distintos a los míos, con miradas diferentes, con creencias que pueden parecerse o no a las mías.

¡Y qué maravillosa sensación cuando el encuentro empático se manifiesta!

Lo relevante es esta persona frente a mí. Lo relevante es que yo habilite mi integridad de experiencia para ponerla en juego -si eso ayuda a la experiencia del consultante-. Lo relevante es percibir el valor de su experiencia y validarla. Lo relevante es maravillarme ante este ser humano que se muestra con todo lo que es frente a mí.

Lo relevante es LA RELACIÓN.

Esta persona es quien es y yo soy quien soy aquí, juntos, en este momento, en este lugar, en esta relación única. No sé si su historia se parece o no a la mía. No sé cómo se siente, aunque puedo intentar acercarme a él/ella desplegando y cruzando un puente que nos una desde la humanidad del sentimiento universal que nos hermana: el amor, el dolor, la alegría, el enojo, el placer, la tristeza... ¿Es que acaso no he sentido alguna vez algo de todo esto?

Apostar a la relación, a confiar en mí y mi experiencia y confiar en el otro. Mostrarme lo más honesta y genuina, transparente y abierta. Habilitarme. Saber que siendo esto que soy estoy siendo, privilegiadamente elegida por esa persona para acompañarla en su proceso, aporta humanidad a esta irrepetible relación.

Un verdadero honor. Una oportunidad única.

viernes, 20 de mayo de 2011

¿Empatía?

Comparto con ustedes lo que acabo de comentar en la página de mi colega, Clr. Ezequiel Pérez (http://counselorezequielperez.blogspot.com/)
Gracias Ezequiel por ayudarme a seguir revisándome y commpartir tus experiencias.

Indagando en mi propio estar mientras leo cómo estar -o no- empáticamente en un encuentro con un otro, me surge cuán resonante es para mí la consideración positiva incondicional, la que estoy aprendiendo a ejercer en mí y así, ofrecer al otro.

Es que cuando me considero positiva e incondicionalmente, me resulta más fácil detectar mis creencias, mis juicios, mis prejuicios y ponerlos en juego, revisarlos, descartarlos o re-apropiarlos. Entonces y sólo entonces, me siento más integrada, más "yo misma", más congruente.

Es en ese momento cuando, a veces, logro la comprensión empática. Porque cuando estoy consciente de eso que está pasándome ahí, la interferencia de mi juicio o mi creencia, puedo darme cuenta que esto es así "para mí".
¿Cómo será para él, o para ella, que están frente a mí, compartiendo su experiencia?